jueves, 15 de septiembre de 2011

Ahora me toca echarte de menos.



Lo admito, admito que echo de menos esas noches en las que dormir era lo de menos, en las que sobraban las palabras, esas noches noches en las que nos quedabamos dormidos mientras hablabamos y nos acariciabamos el pelo, que sí que te echo de menos pero no sólo a ti, si no también a tus boberías, al salir por ahí durante toda la tarde y no cansarme de verte, de oirte ni de soportarte, también echo de menos tus abrazos inesperados que me hacían sentir protegida y olvidarme de todo por un momento, pero ya vez quien no quizo cuando pudo no podrá cuando quiera..

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